El próximo 11 de noviembre saldrá No publiques mi nombre. Testimonios contra la violencia sexual, un libro en el que lleva trabajando “bastante más de un año” la periodista y escritora Cristina Fallarás y que edita Siglo Veintiuno. En su cuenta de Instagram, el pasado lunes, hace justo una semana, Fallarás publicó como cada día el testimonio de una mujer sobre la violencia que había sufrido por parte de un político. Sin nombres, como siempre hace, siempre anónimas tanto las mujeres que denuncian como los hombres a los que denuncian cuando lo hacen con nombres y apellidos. Sin embargo, apenas tres días después Íñigo Errejón, el hasta entonces portavoz parlamentario de Sumar, dimitió, entregó su acta de diputado, reconoció los hechos y abandonó la política institucional.
El libro que se publica en unas semanas “no tiene que ver con lo de Errejón, no sale al calor de lo de Errejón”, explicó este mismo domingo Fallarás ante ciertas discusiones públicas sobre la coincidencia de la publicación del libro y la aparición del testimonio que precipitó la salida del ya exdiputado. Hace ya varias semanas, Fallarás anunció a su entorno que el libro estaba a punto de salir, y la semana pasada, en medio del tsunami mediático, también contó que iba a esperar un poco para contarlo. Lo ha hecho ya, asegura, porque esa era la agenda prevista desde hace meses.
El editor del libro, Emili Albi, cuenta al teléfono que Fallarás contactó con ellos en marzo. Ella ya llevaba meses dándole vueltas pero aquel mes, tras el primer cierre que Meta hizo de su cuenta de Instagram y que duró una semana —el segundo fue este pasado sábado durante unas horas—, pensó “que no quería que esos testimonios se perdieran, que le cerraran definitivamente y que no los pudiera recuperar”. Cuando llegó, recuerda Albi, les dijo que quería hacer “un libro para que quedara como testimonio y memoria histórica de este país”. En marzo fue el primer contacto y en julio cerraron todos los flecos: “Desde entonces hemos estado con todo el trabajo editorial, recepción de manuscritos, corrección, maquetación. A principios de octubre tenía el pdf y la cubierta, se comunicó a libreros y en el boletín de novedades para noviembre ya se anunció la salida del libro”.
“Ese libro recoge testimonios en los que llevo trabajando bastante más de un año, son de mujeres que han relatado las agresiones sexuales que han vivido o siguen viviendo. Y sale porque empezaron a escribirme varias mujeres de parte de su abuela, de su madre, ‘mi madre me dice que te cuente’, ‘mi abuela me dice que te cuente”, explicó ayer Fallarás en uno de sus post de Instagram. Se dio cuenta de que hay mujeres que no tienen acceso a las redes sociales y también de que las redes sociales pueden hacer desaparecer el contenido de una cuenta en un instante: “Pueden borrarlo todo y no podemos permitirlo”.
Así, aglutinó alrededor de un 10% de todos esos testimonios, sobre un millar. “Que son muchos para un libro, pero son pocos para todo lo que tenemos”, matizó en ese post en el que también explicaba que los meses y meses de trabajo que ha conllevado han sido “de forma voluntaria y activista, es decir, sin cobrar un duro”. Ni por hacerlo ni tampoco por los beneficios que pueda dar.
Albi, el editor, aclara que “en el acuerdo se cede todo lo que generen los derechos de autor a la lucha contra la violencia de género a través de Acción Comadres”. Fallarás lo expuso también este domingo en el vídeo “frente a las miradas torticeras” que ya le habían llegado: “Los derechos de este libro los gestionará una entidad sin ánimo de lucro, una asociación de mujeres de todos los ámbitos, Acción Comadres [un grupo de mujeres que pone sobre un escenario los relatos de violencias propias o de otras mujeres sufridas en pasado o en presente]. Llevamos casi tres años trabajando con estos testimonios y haciéndolos públicos y llevándolos donde nos piden que los llevemos. Con lo que dé de sí, porque una nunca se sabe si va a dar de sí, esos beneficios que puede llegar a dar será algo para reinvertir en el relato de las mujeres”.
Dijo también que le daba “un poco de vergüenza” tener que explicarlo: “Porque todo mi trabajo y el de las mujeres ha ido encaminado a hacer de esta una sociedad mejor. Como sé que oiré 4.000 versiones y agresiones distintas diarias, que sepan que me encuentran muy fuerte, que nos encuentran muy fuertes. Ha saltado lo de Errejón pero saltarán muchos más. Seguiremos haciendo libros, charlas, acciones, coloquios o lo que podamos porque estamos empeñadas en que el relato de las mujeres se preserve”.
Emili Albi, el editor, dice que vieron la propuesta de Fallarás “claramente” dentro de sus publicaciones: “Libros que creemos que son necesarios para la sociedad, que van a ayudar a generar debate y que exponen lo que no funciona en el sistema”. Añade que “en ningún momento pensamos en un bombazo editorial” porque no es un libro de lectura convencional: “Yo soy el editor y es muy duro, de leer y de asimilar. Dijimos sí porque da voz a las mujeres que no han sido escuchadas en la sociedad históricamente, y expone una cuestión como es la violencia, algo que para una parte de la sociedad no está en su día a día. Es un gran elemento político, una herramienta política para la toma de conciencia de la sociedad”.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
El próximo 11 de noviembre saldrá el volumen ‘No publiques mi nombre. Testimonios contra la violencia sexual’, en el que la periodista y escritora lleva trabajando más de un año y del que ha aclarado que “no sale al calor de lo de Errejón”
El próximo 11 de noviembre saldrá No publiques mi nombre. Testimonios contra la violencia sexual, un libro en el que lleva trabajando “bastante más de un año” la periodista y escritora Cristina Fallarás y que edita Siglo Veintiuno. En su cuenta de Instagram, el pasado lunes, hace justo una semana, Fallarás publicó como cada día el testimonio de una mujer sobre la violencia que había sufrido por parte de un político. Sin nombres, como siempre hace, siempre anónimas tanto las mujeres que denuncian como los hombres a los que denuncian cuando lo hacen con nombres y apellidos. Sin embargo, apenas tres días después Íñigo Errejón, el hasta entonces portavoz parlamentario de Sumar, dimitió, entregó su acta de diputado, reconoció los hechos y abandonó la política institucional.
El libro que se publica en unas semanas “no tiene que ver con lo de Errejón, no sale al calor de lo de Errejón”, explicó este mismo domingo Fallarás ante ciertas discusiones públicas sobre la coincidencia de la publicación del libro y la aparición del testimonio que precipitó la salida del ya exdiputado. Hace ya varias semanas, Fallarás anunció a su entorno que el libro estaba a punto de salir, y la semana pasada, en medio del tsunami mediático, también contó que iba a esperar un poco para contarlo. Lo ha hecho ya, asegura, porque esa era la agenda prevista desde hace meses.
El editor del libro, Emili Albi, cuenta al teléfono que Fallarás contactó con ellos en marzo. Ella ya llevaba meses dándole vueltas pero aquel mes, tras el primer cierre que Meta hizo de su cuenta de Instagram y que duró una semana —el segundo fue este pasado sábado durante unas horas—, pensó “que no quería que esos testimonios se perdieran, que le cerraran definitivamente y que no los pudiera recuperar”. Cuando llegó, recuerda Albi, les dijo que quería hacer “un libro para que quedara como testimonio y memoria histórica de este país”. En marzo fue el primer contacto y en julio cerraron todos los flecos: “Desde entonces hemos estado con todo el trabajo editorial, recepción de manuscritos, corrección, maquetación. A principios de octubre tenía el pdf y la cubierta, se comunicó a libreros y en el boletín de novedades para noviembre ya se anunció la salida del libro”.
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“Ese libro recoge testimonios en los que llevo trabajando bastante más de un año, son de mujeres que han relatado las agresiones sexuales que han vivido o siguen viviendo. Y sale porque empezaron a escribirme varias mujeres de parte de su abuela, de su madre, ‘mi madre me dice que te cuente’, ‘mi abuela me dice que te cuente”, explicó ayer Fallarás en uno de sus post de Instagram. Se dio cuenta de que hay mujeres que no tienen acceso a las redes sociales y también de que las redes sociales pueden hacer desaparecer el contenido de una cuenta en un instante: “Pueden borrarlo todo y no podemos permitirlo”.
Así, aglutinó alrededor de un 10% de todos esos testimonios, sobre un millar. “Que son muchos para un libro, pero son pocos para todo lo que tenemos”, matizó en ese post en el que también explicaba que los meses y meses de trabajo que ha conllevado han sido “de forma voluntaria y activista, es decir, sin cobrar un duro”. Ni por hacerlo ni tampoco por los beneficios que pueda dar.
Albi, el editor, aclara que “en el acuerdo se cede todo lo que generen los derechos de autor a la lucha contra la violencia de género a través de Acción Comadres”. Fallarás lo expuso también este domingo en el vídeo “frente a las miradas torticeras” que ya le habían llegado: “Los derechos de este libro los gestionará una entidad sin ánimo de lucro, una asociación de mujeres de todos los ámbitos, Acción Comadres [un grupo de mujeres que pone sobre un escenario los relatos de violencias propias o de otras mujeres sufridas en pasado o en presente]. Llevamos casi tres años trabajando con estos testimonios y haciéndolos públicos y llevándolos donde nos piden que los llevemos. Con lo que dé de sí, porque una nunca se sabe si va a dar de sí, esos beneficios que puede llegar a dar será algo para reinvertir en el relato de las mujeres”.
Dijo también que le daba “un poco de vergüenza” tener que explicarlo: “Porque todo mi trabajo y el de las mujeres ha ido encaminado a hacer de esta una sociedad mejor. Como sé que oiré 4.000 versiones y agresiones distintas diarias, que sepan que me encuentran muy fuerte, que nos encuentran muy fuertes. Ha saltado lo de Errejón pero saltarán muchos más. Seguiremos haciendo libros, charlas, acciones, coloquios o lo que podamos porque estamos empeñadas en que el relato de las mujeres se preserve”.
Emili Albi, el editor, dice que vieron la propuesta de Fallarás “claramente” dentro de sus publicaciones: “Libros que creemos que son necesarios para la sociedad, que van a ayudar a generar debate y que exponen lo que no funciona en el sistema”. Añade que “en ningún momento pensamos en un bombazo editorial” porque no es un libro de lectura convencional: “Yo soy el editor y es muy duro, de leer y de asimilar. Dijimos sí porque da voz a las mujeres que no han sido escuchadas en la sociedad históricamente, y expone una cuestión como es la violencia, algo que para una parte de la sociedad no está en su día a día. Es un gran elemento político, una herramienta política para la toma de conciencia de la sociedad”.
El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.
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