El ‘thriller’ rural ‘Misericordia’, del francés Alain Guiraudie, gana la Espiga de Oro de la Seminci

La española ‘Polvo serán’, de Carlos Marques-Marcet, logra la Espiga de Plata, y la actriz Laura Weissmahr, el galardón a la mejor interpretación femenina con ‘Salve María’  

El thriller rural e irreverente Misericordia, del francés Alain Guiraudie, ha sido el ganador de la Espiga de Oro de la 69ª edición de la Seminci de Valladolid. Curiosamente, el filme del cineasta, responsable de títulos como El desconocido del lago, Rester vertical o Un héroe anónimo, fue el título que clausuró la competición, ayer viernes. La Espiga de Plata recayó ex aequo a Stranger Eyes, de Yeo Siew Hua (Singapur) y a Polvo serán, de Carlos Marques-Marcet, en la que el cineasta indaga sobre la eutanasia a través de un matrimonio conformado por Alfredo Castro y Ángela Molina. Con banda sonora de María Arnal y coreografías de La Veronal, Polvo serán venía de ganar el premio a mejor película de la sección Platform del pasado festival de Toronto.

Sobre Misericordia, el jurado ha explicado, en la justificación de su fallo, que “quedó impresionado por el filme” porque “su ligereza oculta un complejo equilibrio de géneros y tonos, bajo cuya apariencia de thriller-comedia provinciana se esconde una profunda meditación sobre cómo el deseo y la culpa nos hacen predecibles e incomprensibles los unos para los otros”.

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Misericordia, que adorna su alma de thriller rural con mucha irreverencia y humor negro, describe el terremoto que provoca la vuelta de un joven a su pueblo para asistir al funeral del panadero para el que solía trabajar. Al instalarse en casa de la viuda (interpretada por Catherine Frot), el hijo del fallecido empieza a ser carcomido por las suspicacias. El viernes, en la rueda de prensa del filme, Guiraudie (Villefranche-de-Rouergue, 1960) explicó ante las diferencias entre una novela —el thriller se basa, muy libremente, en la novela Rabalaïre (2021), escrita por el director— y un guion: “Cuando escribo una novela, incluyo muchas digresiones, un narrador que siempre está haciéndose preguntas, cuestionando lo que está haciendo, dudando enormemente. En cambio, el trabajo en una película es más de ir quitando cosas y de ser conciso, porque no tienes ese espacio para las dudas del narrador y su pensamiento. Son procesos realmente contrarios”. Misericordia también se ha llevado el galardón a mejor guion.

Catherine Frot, en el centro, en una imagen de ‘Misericordia’, de Alain Guiraudie

En la película el cineasta crea una sensación creciente de desconcierto, gracias a su puesta en escena: “Filmé a cada protagonista como si otro personaje lo estuviera mirando. Por eso también hay muchos primeros planos. Si la cámara desea al mismo tiempo que el personaje, tienes que filmar como si mirases a alguien que deseas, pero también como si mirases a alguien a quien también temes”. De ahí su siguiente explicación: “Tengo la impresión de que en las relaciones humanas siempre hay un poco de ambos, una tensión entre el deseo y el miedo”. Y es que el deseo sexual es el motor de la obra de Guiraudie, que logró la fama en el cine de autor con El desconocido del lago: “El misterio es el gran motor de una película y el deseo es el gran misterio de la vida. Estructuro mis películas en torno a eso porque me parece que las impulsa. Busco en mis películas lo que a mí me retiene y pienso que provocará el mismo efecto en el público”.

Laura Weissmahr, en ‘Salve María’.

El premio a mejor actor también ha sido otorgado ex aequo a Jan Gunnar Røise y Thorbjørn Harr, los protagonistas de la noruega Sex. El de mejor actriz lo ha recibido Laura Weissmahr, que compone con fiereza un complejísimo personaje, el de María, la escritora que protagoniza Salve María, de Mar Coll. Ángela Molina y Alfredo Castro han recibido una mención especial en el apartado interpretativo por Polvo serán. Black Dog, del chino Guan Hu —que venía a su vez de ganar la sección Una cierta mirada, del pasado Cannes— ha logrado los galardones a mejor dirección y mejor fotografía. El jurado, compuesto por la actriz Aida Folch, el cineasta Luis López Carrasco, la crítica y programadora estadounidense Devika Girish, la cineasta griega Sofía Exarchou y el productor alemán de documentales Ingmar Trost, dio también un premio al mejor montaje a la labor del portugués Pedro Filipe Marques en Grand Tour, de Miguel Gomes.

Alfredo Castro y Ángela Molina, en ‘Polvo serán’.

El público votó como mejor película en la sección oficial a Bob Trevino Likes It, de la estadounidense Tracie Laymon, y el premio Fipresci de la crítica internacional recayó en Christmas Eve in Miller’s Point, de Tyler Taormina.

En el resto del palmarés destaca el prestigioso premio Pilar Miró, que se da a un cineasta español por su primera o (en esta edición se ha ampliado) segunda película, que lo ganó Elena Manrique por Fin de fiesta, con la que la veterana productora realiza una provocadora e irónica visión sobre la inmigración. En la sección Tiempo de Historia ganó el documental Qing chun (Gui), del chino Wang Bing, y Henry Fonda for President fue reconocido con una mención del jurado. El mejor documental español fue para Caja de resistencia, de Concha Barquero y Alejandro Alvarado.

El jurado de Punto de Encuentro eligió como mejor película a la francesa Holy Cow, de Louise Courvoisier. La Espiga Arco Iris, para la película que mejor encare el mundo LGTBI+, fue para Tres kilómetros hasta el fin del mundo, del rumano Emanuel Parvu, y la Espiga Verde, destinada al filme que explique los retos de la sostenibilidad y el medio ambiente, fue para Caught By The Tides, del prestigioso director chino Jia Zhangke, que ha realizado su último trabajo con partes de sus películas precedentes.

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El thriller rural e irreverente Misericordia, del francés Alain Guiraudie, ha sido el ganador de la Espiga de Oro de la 69ª edición de la Seminci de Valladolid. Curiosamente, el filme del cineasta, responsable de títulos como El desconocido del lago, Rester vertical o Un héroe anónimo, fue el título que clausuró la competición, ayer viernes. La Espiga de Plata recayó ex aequo a Stranger Eyes, de Yeo Siew Hua (Singapur) y a Polvo serán, de Carlos Marques-Marcet, en la que el cineasta indaga sobre la eutanasia a través de un matrimonio conformado por Alfredo Castro y Ángela Molina. Con banda sonora de María Arnal y coreografías de La Veronal, Polvo serán venía de ganar el premio a mejor película de la sección Platform del pasado festival de Toronto.

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