Formas de rezar

Al cuidar de mis heridas presioné mis dedos contra tu mejilla amoratada, halo de luz, pigmento en el cielo oscuro. Corté la piel del higo con mis dientes caninos para alimentarte. Te ofrecí como tributo mi parte más cruda. Y las mañanas, oh, cuántas veces por la mañana dije que lo haría de nuevo, incluso si aquello significaba ser devorada. Qué salvaje fui al pensar…

Origen

 Al cuidar de mis heridas presioné/
mis dedos contra tu mejilla/
amoratada, halo de luz, pigmento/
en el cielo oscuro. Corté la piel del/ higo con mis dientes caninos para/
alimentarte.  18 noviembre, 2024deMaría Elisa Schmidt|Inéditos

 Al cuidar de mis heridas presionémis dedos contra tu mejilla

amoratada, halo de luz, pigmentoen el cielo oscuro. Corté la piel del

higo con mis dientes caninos paraalimentarte. Te ofrecí como tributo

mi parte más cruda. Y las mañanas, oh, cuántas veces por la mañana

dije que lo haría de nuevo, incluso siaquello significaba ser devorada.

Qué salvaje fui al pensar que mi tristezasólo podía existir al hacerte daño.

   Por un momento breve: ahí está ahí está: líquido como la luz líquido como la luz: se rompe la noche

se rompre la noche: ¿un rezo?

un rezo: responde brevemente

en forma de pregunta

   Iris

Debajo del eclipse penumbral

Colapsé sobre mis rodillas

Creí en patrones

Interpreté significados

Como princesa antigua

Pedí por paciencia y

Obtuve otro día

Recé por constancia

Y me consedieron

Permiso para caer

Una vez más.

   Cosa extraña

Sólo queda la palabraRasaInerte.Cosa extraña:Digo vidaY en tus ojosUn ciruelo florece.

   Agua de sueño  

Llámalo mañanas

aspersor

torre de luz de luna

llámalo océano turquesa rugiente.

Cuando era niña liberó una bandada de loros de una jaula de bronce.

En otra ocasión, sostuvo un colibrí con ambas manos.

Llámalo áticos vacíos

playas de conchas plateadas

parecido a la sinfonía número 7

pero no del todo

más capas

matorral denso

exuberante

increíblemente verde

un repentino roce de luz

más profundo en el bosque

donde apesta a enebros

cualquier cosa que sueñe

se puede destilar y verter

en un recipiente de vidrio adornado

para aplicarse sobre el cuello y las muñecas

suavemente, noche tras noche

antes de irse a dormir.

María Elisa Schmidt / Ciudad de México, 1995. Escritora, editora y educadora mexicana recién graduada de una maestría en Escritura Creativa por The New School. Sus poemas, ficciones y ensayos han sido publicados por Gatopardo, Tierra Adentro y Casapaís. Durante siete años fue editora en jefe de la revista C de Cultura. Actualmente es maestra de Escritura Creativa en Nueva York.

 Inéditos – Periódico de Poesía

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