Iglesias utiliza la presentación de su libro para promocionar su medio de comunicación y lanzar a Montero frente a “la izquierda cómoda”

Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno, cofundador de Podemos y actual director de Canal Red y coordinador de Diario Red, ha presentado este martes en Madrid, en la taberna Garibaldi, su último libro, Enemigos íntimos. Cómo entender la derechización de España a través de sus personajes clave. “Estamos aquí gracias al alcalde de Madrid, el facha Almeida, que nos prohibió hacer este acto en un centro cultural dependiente del Ayuntamiento de Madrid en Vallecas”, lamentó al llegar al bar, abarrotado de gente. El libro pertenece a un género clásico entre los expolíticos, el ajuste de cuentas, como ya hicieran antes Esperanza Aguirre en Yo no me callo, donde atiza a Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón; José Manuel García-Margallo en Memorias heterodoxas, donde se despacha sobre otra enemiga íntima, Soraya Sáenz de Santamaría, o Fran Hervías en Ciudadanos, la historia jamás contada.

El listado de “enemigos íntimos” de Iglesias es variopinto e incluye desde José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso a Josep Borrell, Felipe VI, Manuela Carmena o Yolanda Díaz e Íñigo Errejón. “Ambos”, dice sobre estos dos últimos, “eran una construcción mediática hecha para destruirnos”. La publicación del libro y su presentación coinciden con el lanzamiento de Irene Montero para liderar una candidatura de izquierdas en las generales, poco después de que en su asamblea, Movimiento Sumar aprobase una resolución que apuesta por volver a establecer alianzas en el espacio a la izquierda del PSOE. De momento, esa “confluencia” no parece probable. Iglesias da por “muerto” a Sumar y la ministra de Sanidad, Mónica García, de Más Madrid, escisión de Podemos en sus orígenes, ha manifestado que está “harta” de que Iglesias y Montero les den “lecciones”. Preguntado este martes por esas declaraciones, el exvicepresidente del Gobierno ha dicho: “Lamento que la ministra esté enfadada, pero le diría que respete que las organizaciones de la izquierda hagan política”. A su juicio, tanto Díaz como García representan una izquierda “muy cómoda para el PSOE”. “En el libro”, añadió, “trato de explicar cómo ciertas figuras de la izquierda se dejaron mimar por ciertos medios de comunicación para contribuir a la destrucción de Podemos. Se demostró que es una estrategia fallida. Podemos está de vuelta y ha propuesto una candidata [en alusión a Montero]”. Según el último barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER, Podemos obtendría, si las generales se celebrasen hoy, un 3,3% de los votos, poco más que la marca del agitador ultra Alvise Pérez (2,7%) y Sumar se llevaría el 5,1%, muy lejos del 12,4% obtenido en las urnas cuando la formación liderada por Ione Belarra formaba parte de la coalición.

El partido impulsado por Iglesias en 2014 llegó a tener en 2015 un apoyo de más del 20% de los electores y casi 5,2 millones de votos. Podemos fue víctima de la campaña de la llamada policía patriótica, que vertió acusaciones falsas contra el partido para tratar de debilitarlo, pero también, como explicaron numerosos exdirigentes, incluidos algunos cofundadores que abandonaron la formación, cometió errores que erosionaron la ilusión del 15-M, la gasolina que permitió crecer a alternativas en torno a un bipartidismo imperfecto que parecía eterno hasta entonces. El análisis del libro de Iglesias, sin embargo, es que ese desgaste obedece a una progresiva “derechización” del país provocada, a su juicio, por “responsables de izquierdas supuestamente progresistas”.

La presentación del libro se convirtió, así, en un acto de promoción del Canal Red que dirige Iglesias y donde según él, se proporciona “educación mediática”. En su lista de “supuestamente progresistas” de los que había que desconfiar, el cofundador de Podemos incluyó a Luis García Montero, columnista de este diario, por mencionar en una de sus columnas una manifestación celebrada en Roma para reivindicar el orgullo de ser europeo. “No tengo menos responsabilidades políticas que antes. Hay pocas cosas más políticas que trabajar en los medios de comunicación, que moldean el estado de opinión de la gente”, dijo Iglesias, refiriéndose a su nuevo rol en Canal y Diario Red. ”La derecha tuvo claro desde el principio que tenían que controlar los medios, las teles. Sabe que el poder es una lucha permanente por ocupar todos los espacios. El papel de Canal Red es cargarles de armamento ideológico para luego poder intervenir en las discusiones en el bar, en su centro de trabajo… porque esto es una batalla continua”, añadió.

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 Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno, cofundador de Podemos y actual director de Canal Red y coordinador de Diario Red, ha presentado este martes en Madrid, en la taberna Garibaldi, su último libro, Enemigos íntimos. Cómo entender la derechización de España a través de sus personajes clave. “Estamos aquí gracias al alcalde de Madrid, el facha Almeida, que nos prohibió hacer este acto en un centro cultural dependiente del Ayuntamiento de Madrid en Vallecas”, lamentó al llegar al bar, abarrotado de gente. El libro pertenece a un género clásico entre los expolíticos, el ajuste de cuentas, como ya hicieran antes Esperanza Aguirre en Yo no me callo, donde atiza a Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón; José Manuel García-Margallo en Memorias heterodoxas, donde se despacha sobre otra enemiga íntima, Soraya Sáenz de Santamaría, o Fran Hervías en Ciudadanos, la historia jamás contada.El listado de “enemigos íntimos” de Iglesias es variopinto e incluye desde José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso a Josep Borrell, Felipe VI, Manuela Carmena o Yolanda Díaz e Íñigo Errejón. “Ambos”, dice sobre estos dos últimos, “eran una construcción mediática hecha para destruirnos”. La publicación del libro y su presentación coinciden con el lanzamiento de Irene Montero para liderar una candidatura de izquierdas en las generales, poco después de que en su asamblea, Movimiento Sumar aprobase una resolución que apuesta por volver a establecer alianzas en el espacio a la izquierda del PSOE. De momento, esa “confluencia” no parece probable. Iglesias da por “muerto” a Sumar y la ministra de Sanidad, Mónica García, de Más Madrid, escisión de Podemos en sus orígenes, ha manifestado que está “harta” de que Iglesias y Montero les den “lecciones”. Preguntado este martes por esas declaraciones, el exvicepresidente del Gobierno ha dicho: “Lamento que la ministra esté enfadada, pero le diría que respete que las organizaciones de la izquierda hagan política”. A su juicio, tanto Díaz como García representan una izquierda “muy cómoda para el PSOE”. “En el libro”, añadió, “trato de explicar cómo ciertas figuras de la izquierda se dejaron mimar por ciertos medios de comunicación para contribuir a la destrucción de Podemos. Se demostró que es una estrategia fallida. Podemos está de vuelta y ha propuesto una candidata [en alusión a Montero]”. Según el último barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER, Podemos obtendría, si las generales se celebrasen hoy, un 3,3% de los votos, poco más que la marca del agitador ultra Alvise Pérez (2,7%) y Sumar se llevaría el 5,1%, muy lejos del 12,4% obtenido en las urnas cuando la formación liderada por Ione Belarra formaba parte de la coalición.El partido impulsado por Iglesias en 2014 llegó a tener en 2015 un apoyo de más del 20% de los electores y casi 5,2 millones de votos. Podemos fue víctima de la campaña de la llamada policía patriótica, que vertió acusaciones falsas contra el partido para tratar de debilitarlo, pero también, como explicaron numerosos exdirigentes, incluidos algunos cofundadores que abandonaron la formación, cometió errores que erosionaron la ilusión del 15-M, la gasolina que permitió crecer a alternativas en torno a un bipartidismo imperfecto que parecía eterno hasta entonces. El análisis del libro de Iglesias, sin embargo, es que ese desgaste obedece a una progresiva “derechización” del país provocada, a su juicio, por “responsables de izquierdas supuestamente progresistas”.La presentación del libro se convirtió, así, en un acto de promoción del Canal Red que dirige Iglesias y donde según él, se proporciona “educación mediática”. En su lista de “supuestamente progresistas” de los que había que desconfiar, el cofundador de Podemos incluyó a Luis García Montero, columnista de este diario, por mencionar en una de sus columnas una manifestación celebrada en Roma para reivindicar el orgullo de ser europeo. “No tengo menos responsabilidades políticas que antes. Hay pocas cosas más políticas que trabajar en los medios de comunicación, que moldean el estado de opinión de la gente”, dijo Iglesias, refiriéndose a su nuevo rol en Canal y Diario Red. ”La derecha tuvo claro desde el principio que tenían que controlar los medios, las teles. Sabe que el poder es una lucha permanente por ocupar todos los espacios. El papel de Canal Red es cargarles de armamento ideológico para luego poder intervenir en las discusiones en el bar, en su centro de trabajo… porque esto es una batalla continua”, añadió. Seguir leyendo  

PABLO IGLESIAS

El exvicepresidente del Gobierno culpa a los “supuestos progresistas” de la “derechización” del país

Pablo Iglesias, este martes, en la presentación de su nuevo libro en la taberna Garibaldi, en Madrid.
Natalia Junquera

Pablo Iglesias, exvicepresidente del Gobierno, cofundador de Podemos y actual director de Canal Red y coordinador de Diario Red, ha presentado este martes en Madrid, en la taberna Garibaldi, su último libro, Enemigos íntimos. Cómo entender la derechización de España a través de sus personajes clave. “Estamos aquí gracias al alcalde de Madrid, el facha Almeida, que nos prohibió hacer este acto en un centro cultural dependiente del Ayuntamiento de Madrid en Vallecas”, lamentó al llegar al bar, abarrotado de gente. El libro pertenece a un género clásico entre los expolíticos, el ajuste de cuentas, como ya hicieran antes Esperanza Aguirre en Yo no me callo, donde atiza a Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón; José Manuel García-Margallo en Memorias heterodoxas, donde se despacha sobre otra enemiga íntima, Soraya Sáenz de Santamaría, o Fran Hervías en Ciudadanos, la historia jamás contada.

El listado de “enemigos íntimos” de Iglesias es variopinto e incluye desde José María Aznar e Isabel Díaz Ayuso a Josep Borrell, Felipe VI, Manuela Carmena o Yolanda Díaz e Íñigo Errejón. “Ambos”, dice sobre estos dos últimos, “eran una construcción mediática hecha para destruirnos”. La publicación del libro y su presentación coinciden con el lanzamiento de Irene Montero para liderar una candidatura de izquierdas en las generales, poco después de que en su asamblea, Movimiento Sumar aprobase una resolución que apuesta por volver a establecer alianzas en el espacio a la izquierda del PSOE. De momento, esa “confluencia” no parece probable. Iglesias da por “muerto” a Sumar y la ministra de Sanidad, Mónica García, de Más Madrid, escisión de Podemos en sus orígenes, ha manifestado que está “harta” de que Iglesias y Montero les den “lecciones”. Preguntado este martes por esas declaraciones, el exvicepresidente del Gobierno ha dicho: “Lamento que la ministra esté enfadada, pero le diría que respete que las organizaciones de la izquierda hagan política”. A su juicio, tanto Díaz como García representan una izquierda “muy cómoda para el PSOE”. “En el libro”, añadió, “trato de explicar cómo ciertas figuras de la izquierda se dejaron mimar por ciertos medios de comunicación para contribuir a la destrucción de Podemos. Se demostró que es una estrategia fallida. Podemos está de vuelta y ha propuesto una candidata [en alusión a Montero]”. Según el último barómetro del instituto 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER, Podemos obtendría, si las generales se celebrasen hoy, un 3,3% de los votos, poco más que la marca del agitador ultra Alvise Pérez (2,7%) y Sumar se llevaría el 5,1%, muy lejos del 12,4% obtenido en las urnas cuando la formación liderada por Ione Belarra formaba parte de la coalición.

Pablo Iglesias le tira el micrófono a Vito Quiles en la presentación de su libro

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Pablo Iglesias arroja el micrófono de un agitador tras la presentación de su libro, este martes en Madrid.

El partido impulsado por Iglesias en 2014 llegó a tener en 2015 un apoyo de más del 20% de los electores y casi 5,2 millones de votos. Podemos fue víctima de la campaña de la llamada policía patriótica, que vertió acusaciones falsas contra el partido para tratar de debilitarlo, pero también, como explicaron numerosos exdirigentes, incluidos algunos cofundadores que abandonaron la formación, cometió errores que erosionaron la ilusión del 15-M, la gasolina que permitió crecer a alternativas en torno a un bipartidismo imperfecto que parecía eterno hasta entonces. El análisis del libro de Iglesias, sin embargo, es que ese desgaste obedece a una progresiva “derechización” del país provocada, a su juicio, por “responsables de izquierdas supuestamente progresistas”.

La presentación del libro se convirtió, así, en un acto de promoción del Canal Red que dirige Iglesias y donde según él, se proporciona “educación mediática”. En su lista de “supuestamente progresistas” de los que había que desconfiar, el cofundador de Podemos incluyó a Luis García Montero, columnista de este diario, por mencionar en una de sus columnas una manifestación celebrada en Roma para reivindicar el orgullo de ser europeo. “No tengo menos responsabilidades políticas que antes. Hay pocas cosas más políticas que trabajar en los medios de comunicación, que moldean el estado de opinión de la gente”, dijo Iglesias, refiriéndose a su nuevo rol en Canal y Diario Red. ”La derecha tuvo claro desde el principio que tenían que controlar los medios, las teles. Sabe que el poder es una lucha permanente por ocupar todos los espacios. El papel de Canal Red es cargarles de armamento ideológico para luego poder intervenir en las discusiones en el bar, en su centro de trabajo… porque esto es una batalla continua”, añadió.

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Sobre la firma

Natalia Junquera

Reportera de la sección de España desde 2006. Además de reportajes, realiza entrevistas y comenta las redes sociales en Anatomía de Twitter. Especialista en memoria histórica, ha escrito los libros ‘Valientes’ y ‘Vidas Robadas’, y la novela ‘Recuérdame por qué te quiero’. También es coautora del libro ‘Chapapote’ sobre el hundimiento del Prestige.

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