Una historia Es una vieja historia, y cuando digo vieja quiero decir nuevísima, quiero decir que está pasando ahora y esperándome en todos los rincones del futuro. Algo se abrió, primero. Entonces acá estoy, mi cara muda, como el que va empapándose de una lluvia invisible. Afilo mi armadura y mi caballo para que sean siempre fieles al corazón que…
Había una vez una música./
Parecía una piedra,/
pero era una semilla./
Había una vez, hace mucho./
Ahora hay una acacia/
tocada por el aire y por el cielo. 18 noviembre, 2024deAlejandro Crotto|Inéditos
Una historia
Es una vieja historia, y cuando digo viejaquiero decir nuevísima, quiero decirque está pasando ahora y esperándomeen todos los rincones del futuro.
Algo se abrió, primero.Entonces acá estoy, mi cara muda,como el que va empapándose de una lluvia invisible.
Afilo mi armadura y mi caballopara que sean siempre fielesal corazón que nace si me quito.
A través de los días y mi sangre.A través de mi sangre,mis labios y mi lengua.
Qué es el amor
Supongamos que hay una escalera de oro:tiene que haber entonces una hormigaque sonríe y menea la cabeza.
Una gota de sangre cae en un vaso de aguay mientras va de a poco abriéndosecaen una, dos, tres gotas más.
Algo adentro de algo,algo al lado de algo,algo encima de algo, con algo encima.
Lo que es muy grande y a la vez muy chico,por ejemplo: una hormiga,una naranja,la luna.
Una semilla sueña adentro de un melón,unos ojos abriéndose a unos ojos.
Y el agua se hace vino;el vino, sangre.
Imaginémonos nosotros, cada cuerpoy adentro el sol: una escalera de oro.
Otro poema sobre el agua
Llovió, literalmente, más de un millón de años:las aguas desatadas, podríamos decir.
Es como si una línea que se viene trazandomás o menos derecha en una hojade repente se alzara para empezar un círculoy después se rompiera en muchas líneasque a su vez hacen círculos, etcétera.
Como gotas de mar y de rocío.
Por eso es que no tengo miedo. O sea,claro que tengo miedo, pero puedoenderezarme firme, un humilde monito,y esperar.
Mientras pisan el agua con sus botas.
Mientras rompen, gritando, las pecerasporque querían que los peces fueran libres.
Sextina
Había una vez una música.Parecía una piedra,pero era una semilla.Había una vez, hace mucho.Ahora hay una acaciatocada por el aire y por el cielo.
Las ramas entran en el cieloatentas a su propia música,y las raíces en la piedra.Una vez, hace mucho,latía una semilla.
Había una vez una semilla.Creció como una músicahasta tocar el cieloenraizada en la piedra.
Ahora lo vemos: toda piedraes ocasión de música,de cielo.
Sí, todo el cielo.Sí, toda la música.
Había una vez una música.
El sol me seca la muerte
Quemé ramas y troncos.
Me mordieron las hormigas,la espina de la acacia negra.
Un humo espeso crepitabay se perdía en el azul del cielo.
Después anduve un rato hasta hundirme en el río.
Ahora me apaga el agua,ahora el agua me lava todo el cansancio.
A todo mi cansancio se lo lleva la corriente.
Alejandro Crotto / Buenos Aires, Argentina, 1978. Publicó los libros de poemas Abejas (2009), Chesterton (2013), Once personas (2015), Francisco –un monólogo dramático (2017) y Quiero (2023). Publicó también una traducción anotada del Infierno de Dante Alighieri (2020) y la crónica Final (2022), escrita con su hermano Marcos Crotto. Enseña poesía y traducción de poesía en la Universidad Nacional de las Artes y en la Universidad de Buenos Aires. Dirige desde 2017 la revista Hablar de Poesía.
Inéditos – Periódico de Poesía