Tres conventos mexicanos catalogados como patrimonio de la UNESCO y dañados por el terremoto de 2017 recuperan su esplendor

Los antiguos conventos de San Juan Bautista, San Mateo Apóstol y San Guillermo Abad, que datan del siglo XVI abren sus puertas en Morelos tras un largo proceso de reconstrucción  

El terremoto que el 19 de septiembre de 2017 sacudió con fuerza brutal el centro de México no solo dejó más de 300 víctimas mortales, sino que causó daños severos a centenares de construcciones de gran valor histórico. Tres de ellas, que forman parte del patrimonio de la UNESCO, han tenido que ser reconstruidas en parte para recuperar su esplendor. Se trata de los antiguos —y preciosos— conventos de San Juan Bautista, San Mateo Apóstol y San Guillermo Abad, localizados en el Estado de Morelos, que desde este jueves abren de nuevo sus puertas, tras un largo proceso de rehabilitación. “Es un proyecto de reconstrucción que no tiene precedentes”, ha afirmado Claudia Curiel, secretaria mexicana de Cultura. “No se había visto a nivel nacional una restauración tan intensa. Además de ser potencia en diversidad cultural, somos potencia en restauración”, se ha aplaudido la funcionaria.

Los tres conventos forman parte de un ambicioso programa de reconstrucción y restauración de monumentos históricos emprendidos por el Gobierno mexicano tras aquella tragedia. Las autoridades asignaron más de 10.000 millones de pesos (unos 500 millones de dólares) para los trabajos de rehabilitación que dieron terminados en marzo y en los que intervinieron más de 3.269 edificaciones, la mayoría iglesias y conventos de la época colonial, dañados por el sismo de 2017 y por uno registrado el siguiente año. “Los dos terremotos constituyeron el desastre más grande de la historia para el patrimonio cultural de México”, resaltó en enero Arturo Balandrano, director general de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural.

Curiel y la gobernadora del Estado, Margarita González Saravia, realizaron el miércoles una gira de trabajo por el nororiente de la entidad para reabrir las puertas de las edificaciones, tres templos que son parte de la lista de los primeros monasterios del siglo XVI construidos por los religiosos que acompañaron la conquista de México en las laderas del volcán Popocatépetl y que fueron designados como Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). Los edificios que recuperan su brillo son los templos y antiguos conventos de San Juan Bautista, en Yecapixtla; San Mateo Apóstol, en Atlatlahucan, y San Guillermo Abad, en Totolapan. En esta última localidad habló la secretaria Curiel, quien se mostró satisfecha al entregar a sus comunidades las obras terminadas. “Estamos aquí para celebrar de manera conjunta que este espacio esté en pie para toda la comunidad, este proyecto de reconstrucción no tiene precedentes y tampoco se había visto a nivel nacional una restauración tan intensa, con todos los equipos, con los tres órdenes de Gobierno”, ha resaltado la funcionaria.

Detalle de la bóveda construida por agustinos del exconvento de San Mateo Apóstol, en Atlatlahucan, Morelos.

Las comunidades que se alzan en las faldas del impresionante volcán mexicano cuentan con una riqueza arquitectónica de gran importancia para México y Latinoamérica. Sobre antiguas poblaciones indígenas, los colonizadores construyeron centenares de edificaciones, muchas de gran belleza, como los tres conventos rehabilitados en Morelos. Las autoridades mexicanas han informado que el terremoto de 2017 dañó 259 recintos religiosos en ese Estado, de los que 122 tuvieron afectación severa, 82 con daños moderados y 55 con deterioros menores. “Al listado se sumaron 1,297 bienes muebles religiosos y bienes culturales asociados a los templos, entre los que se encuentran campanas, esculturas, retablos y pintura mural”, ha informado Cultura en un comunicado.

En los trabajos de reconstrucción y restauración trabajaron expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural (DGSMPC), con apoyo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano y la Comisión Nacional de Vivienda, además de las autoridades locales. Las labores han generado más de 36.000 empleos. “Somos un Estado muy privilegiado en términos de patrimonio cultural y quiero decirles que sin el INAH esto no se hubiera levantado, por eso tenemos que hacerle un reconocimiento a esta gran institución. Ahora a cuidar nuestro patrimonio y a seguir conservándolo, los felicito por lo que hacen en sus comunidades por preservar este tesoro”, ha dicho la gobernadora González Saravia.

Claudia Curiel de Icaza (centro) y la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia (centro derecha) durante la ceremonia de entrega de los exconventos restaurados en el municipio de Atlatlahucan.

El programa de restauración de monumentos dañados por el terremoto no ha estado exento de polémica. El consorcio de periodistas Quinto Elemento publicó en septiembre de 2023 un amplio reportaje de investigación que denunciaba el abandono de varios inmuebles y la falta de recursos financieros para su restauración. El reportaje ponía su interés en el “caos administrativo y el incumplimiento de normas establecidas para lidiar con un proceso complejo”. Quinto Elemento advertía de que el INAH estaba “desbordado” y era incapaz de cumplir con los objetivos del programa de restauración.

Las críticas a la gestión de las autoridades llegaron también de fuente internas del INAH que conversaron en enero con este periódico. Denunciaron falta de información de las autoridades a expertos de la institución para poder hacer su trabajo, así como la restauración de monumentos sin contar con asesoramiento especializado y un proceso lento, opaco e ineficiente. “No era claro el procedimiento administrativo para las licitaciones. Tú revisas los contratos de las empresas que han restaurado y muy pocas realmente los han logrado por un proceso de licitación, la mayoría han sido asignaciones directas, sin concurso público”, explicó una de las fuentes. “El INAH se tardó mucho en empezar, sobre todo por temas administrativos y políticos. No hubo comunicación con la gente, sino un silencio institucional. En muchos de estos casos, la misma comunidad terminó ahí medio arreglando sus templos, sus santos. Hay muchísimos casos que las autoridades reportan como realizados, cuando en realidad la gente los atendió”, denunciaron.

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Vista del exconvento de San Juan Bautista en Yecapixtla, Morelos.

El terremoto que el 19 de septiembre de 2017 sacudió con fuerza brutal el centro de México no solo dejó más de 300 víctimas mortales, sino que causó daños severos a centenares de construcciones de gran valor histórico. Tres de ellas, que forman parte del patrimonio de la UNESCO, han tenido que ser reconstruidas en parte para recuperar su esplendor. Se trata de los antiguos —y preciosos— conventos de San Juan Bautista, San Mateo Apóstol y San Guillermo Abad, localizados en el Estado de Morelos, que desde este jueves abren de nuevo sus puertas, tras un largo proceso de rehabilitación. “Es un proyecto de reconstrucción que no tiene precedentes”, ha afirmado Claudia Curiel, secretaria mexicana de Cultura. “No se había visto a nivel nacional una restauración tan intensa. Además de ser potencia en diversidad cultural, somos potencia en restauración”, se ha aplaudido la funcionaria.

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Detalle de la bóveda construida por agustinos del exconvento de San Mateo Apóstol, en Atlatlahucan, Morelos.Claudia Curiel de Icaza (centro) y la gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia (centro derecha) durante la ceremonia de entrega de los exconventos restaurados en el municipio de Atlatlahucan. 

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