Literatura

Biblioteques per créixer (que ja  anem tard)

Biblioteques per créixer (que ja anem tard)

Fa poc va ser la festa major de Montmeló i el pregó el va fer la directora de la biblioteca, Fina Bassons. La vaig trobar una idea fantàstica. Hi ha moltes maneres de connectar-nos amb la lectura i la literatura, i una és donar-los el lloc necessari en la quotidianitat. Lloc en l’imaginari, en la vida cultural a mà, i lloc físic, amb prou espai. La biblioteca de Montmeló ha complert trenta anys a l’edifici actual, la Fina en fa vint-i-nou que hi treballa, i tenen projectat un nou emplaçament per guanyar superfície. Molts pobles i ciutats han crescut, i…
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Fernanda Eberstadt, escritora: “Durante una época me sedujo ser de derechas: me daba un sistema claro de creencias. Autoridad absoluta”

Fernanda Eberstadt, escritora: “Durante una época me sedujo ser de derechas: me daba un sistema claro de creencias. Autoridad absoluta”

La escritora Fernanda Eberstadt (Nueva York, 64 años), quien creció entre la élite cultural del Manhattan de los sesenta y en la adolescencia se emancipó perdiéndose entre la comunidad gay y leather del Meatpacking District; quien después siguió buscándose en Oxford, donde estudió Literatura Inglesa y donde casi pierde la vida; quien al regresar a EE UU en los ochenta creyó encontrar su identidad como neoconservadora fascinada por el judaísmo en la América de Reagan y quien tras volver a sus cabales todavía se vio en Francia compartiendo rutina con una familia de etnia gitana, suspira al final de esta…
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Un espejo oscuro ante la silla de un Rey

Un espejo oscuro ante la silla de un Rey

En El infinito en un junto, Irene Vallejo recuerda que, al sentarnos, lo hacemos sobre uno de los inventos más antiguos: la silla. Sobre las cuatro patas de madera -o metal o plástico- de una silla descansan milenios de historia. Como sucede con el lenguaje, las sillas evocan el recorrido de nuestros ancestros, que caminaron hasta acá, entre otras razones, para posar el culo. En honor a la lucidez de algunos de esos ancestros, esos líderes del pasado, es que al trono de Atanasio Tzul le llamaremos “la silla” -así la llaman, además, muchos de los habitantes en su pueblo-:…
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Pintar el mal

Pintar el mal

1. Todas las ciudades se parecen los lunes. Más a las siete de la mañana. Prisas. Tráfico. Gente que busca reunir fuerzas con un café y se ve empujada a la rutina sin remedio. No es mi caso. Hoy no estoy en casa. Hoy atravieso la Ciudad de Guatemala en un coche japonés achaparrado. Buscamos salir. Toda la carretera que nos lleva hacía San Juan Comalapa es una lucha del piloto contra las curvas y los túmulos. Así les llaman aquí a las murallas que pretenden desacelerarnos y arrancar alguna víscera de su máquina. Viajo junto a Moisés, un fotógrafo…
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Cementerio La Verbena

Cementerio La Verbena

Entre los nichos de asfalto, cubiertos algunos de rosas y pintura en spray, un ramo de margaritas amarillas yace desflorado sobre el suelo. No parece haberlo movido el viento, parece recién cortado. Mientras lo miro, un sobresalto: el sonido de una bala, al otro lado del camposanto. Quien paga respetos lo hace en un silencio, un silencio a punto de la fuga, a la espera de ser cortado, pienso. Un perro, acostumbrado al ruido, duerme sobre una tumba y no se inmuta. Es su turno de mantener vigilancia en el cementerio. Vivian me contó que es necesario estar alerta en…
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Kunāfa

Kunāfa

En las primeras semanas las muertes habían sido efecto del incesante bombardeo, y aunque el prolongado exterminio seguía siendo efecto de detonaciones y derrumbes de edificios completos en los que habían caído familias enteras, y aunque ya no quedaban hospitales en pie, ni escuelas ni refugios, en pie, ni mezquitas ni iglesias para proteger a nadie, aunque los palestinos seguían muriendo a golpe de bombas y de balazos a corta distancia a la cabeza misma de los niños, decían testigos, y seguían muriendo mutilados muriendo desangrados a veces o infectados por la escasez de suministros, de enfermedades causadas por las…
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El acento en la í

El acento en la í

En el inglés de Inglaterra, el apellido Epstein se pronuncia como si llevase acento invisible en una letra á igualmente invisible: Epstáin. A contrapelo, en el inglés de Norteamérica el mentado apellido parece llevar un acento en la í: Epsteín. Más que diferencia vocálica, la tilde señala abismos, pues hace medio siglo Brian Epstáin murió en circunstancias trágicas, no exentas de murmullos potencialmente escandalosos, dejando huérfanos a John, Paul, George y Ringo. Sucede que Epstáin no solo fue el descubridor e impulsor de The Beatles, sino una suerte de luminoso guía que logró ponerles corbata y trajes sastre a un…
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18 novelas negras perfectas para el verano

18 novelas negras perfectas para el verano

En este espacio publicamos recomendaciones todo el año, ya sea para Semana Santa o para Navidad, con frío o con lluvia. Pero no podemos negar que el verano es perfecto para zamparse uno, dos o tres libros con buenos crímenes. He buceado en las novedades de los últimos meses y esta es la selección. Leído y analizado cada libro, soy consciente de todos los que se quedan fuera, pero aquí no entra nada por el resumen de la contraportada. Pasen y lean. Misterios al estilo clásico Obras donde se reúnen las esencias del género, sin exageraciones ni vísceras, sino con…
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Una cultura sin ira

Una cultura sin ira

Ha podido tener gestores de la mayor competencia, pero el centroderecha ha sido habitualmente juzgado como insensible, cuando no adverso, a la cultura en general y al mundo de la cultura en particular. Buena parte de esas turbulencias en la relación con la cultura provienen, claro, del progresismo más o menos activista de muchos de sus artífices. Pero dista de ser la única causa. El mar de fondo no ayuda: globalmente, el conservadurismo para en reaccionariado al contacto de un humus cultural que premia la disrupción. Y ya en casa, la derecha ha arrastrado la carga de un pecado original…
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Joan Didion en el diván

Joan Didion en el diván

La escritora californiana Joan Didion (1934-2021) resumió por escrito las sesiones que mantuvo con el psiquiatra Roger McKinnon. Comenzó a visitarle en noviembre de 1999 y unos meses después, en julio de 2000, anotaba esto: —Sabe de qué ha ido toda la sesión, ¿verdad? No, dije. —Sobre verse forzada a recapitular. A mirar su vida. A preguntarse si la ha vivido de veras. A preguntarse qué tiene que dejar atrás. Es algo a lo que todo el mundo debe enfrentarse. Es difícil hacerlo. El volumen póstumo Apuntes para John (Random House) reúne las notas en bruto de una mujer que…
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