Rick Riordan, creador de ‘Percy Jackson’: “Las novelas pueden ser más poderosas que una película o una serie”

Si existiera un oráculo capaz de dictar profecías, Rick Riordan espera que la suya sea poder viajar por todo el mundo. “Pero no hay tiempo suficiente para estar vivo y aprender todo lo que me gustaría saber”, dice el escritor estadounidense de 61 años. Cada día, asegura, “se siente como una profecía” y, en esa rutina, las actividades diarias “pueden ser más difíciles que enfrentarse a un monstruo” de la mitología griega. Por eso cree que “los adolescentes y los semidioses tienen mucho en común”. Esa idea lo llevó hace 20 años a escribir el primer libro de la saga Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Como en sus historias, Riordan vive hoy entre dos mundos: escritor prácticamente permanente y showrunner además de la adaptación televisiva de su obra más exitosa, que cuenta con un universo de 17 libros, más de 100 millones de copias vendidas, según Disney, y que este diciembre emite su segunda temporada en Disney+.

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 Si existiera un oráculo capaz de dictar profecías, Rick Riordan espera que la suya sea poder viajar por todo el mundo. “Pero no hay tiempo suficiente para estar vivo y aprender todo lo que me gustaría saber”, dice el escritor estadounidense de 61 años. Cada día, asegura, “se siente como una profecía” y, en esa rutina, las actividades diarias “pueden ser más difíciles que enfrentarse a un monstruo” de la mitología griega. Por eso cree que “los adolescentes y los semidioses tienen mucho en común”. Esa idea lo llevó hace 20 años a escribir el primer libro de la saga Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Como en sus historias, Riordan vive hoy entre dos mundos: escritor prácticamente permanente y showrunner además de la adaptación televisiva de su obra más exitosa, que cuenta con un universo de 17 libros, más de 100 millones de copias vendidas, según Disney, y que este diciembre emite su segunda temporada en Disney+. Seguir leyendo  

Si existiera un oráculo capaz de dictar profecías, Rick Riordan espera que la suya sea poder viajar por todo el mundo. “Pero no hay tiempo suficiente para estar vivo y aprender todo lo que me gustaría saber”, dice el escritor estadounidense de 61 años. Cada día, asegura, “se siente como una profecía” y, en esa rutina, las actividades diarias “pueden ser más difíciles que enfrentarse a un monstruo” de la mitología griega. Por eso cree que “los adolescentes y los semidioses tienen mucho en común”. Esa idea lo llevó hace 20 años a escribir el primer libro de la saga Percy Jackson y los dioses del Olimpo. Como en sus historias, Riordan vive hoy entre dos mundos: escritor prácticamente permanente y showrunner además de la adaptación televisiva de su obra más exitosa, que cuenta con un universo de 17 libros, más de 100 millones de copias vendidas, según Disney, y que este diciembre emite su segunda temporada en Disney+.

Cuando Riordan —originario de San Antonio, Texas (EE UU)— escribió aquel libro sobre un semidiós moderno de 12 años, nunca pensó en adaptarlo a la pantalla. Hoy, en cambio, confiesa que le dio “dolores de cabeza” a los productores: “¿Por qué los libros tienen que ser tan complicados?”, le preguntaron. “En las novelas, puedo escribir una escena 20 dragones en el cielo, y no hay problema. Pero en una serie todo el mundo dice: ‘¿Tienen que ser 20 dragones?’. Porque eso es mucho dinero. Quizás 10, quizás uno. ¿Son todos iguales o tienen que ser diferentes? Cada cosa significa dinero y tiempo”, cuenta en un hotel de Madrid a EL PAÍS, durante la entrevista, rodeado de cámaras y luces, su nuevo mundo.

“Me ha llevado muchos años comprender el proceso y apreciar lo complicado que es. Como autor de libros, solo tenía que preocuparme por mí mismo”, admite Riordan, cuya obra ya fue adaptada en dos películas de 2010 y 2013 que no tuvieron el beneplácito de sus fans. Ser responsable creativo de la serie le ha enseñado a “no tomarse el proceso de adaptación como algo personal”: “Los escritores a menudo nos sentimos muy ofendidos cuando una adaptación no es igual. Ahora al menos entiendo que está bien”. Todo se decide tras numerosas conversaciones sobre cada aspecto de la ficción.

“Es muy difícil hacer este tipo de serie, porque contamos con actores jóvenes y la acción no sucede en el mismo sitio. Cada episodio tiene monstruos, personajes y decorados diferentes”, explica. El universo creado por Riordan sigue a un adolescente que descubre ser hijo de un dios griego y que, junto a otros jóvenes semidioses, enfrenta amenazas que ponen en riesgo el equilibrio entre dioses y mortales en el mundo moderno. “Por lo tanto, se necesita mucho tiempo y cientos de personas para crear lo que escribí”, señala el autor.

Curiosamente, durante su niñez, Riordan era un lector “reacio”: no le gustaban los libros. Después descubrióEl señor de los anillos, de J. R. R. Tolkien. Como coincidencia, al igual que el escritor británico, Riordan creó el mundo de Percy Jackson —hijo de Poseidón y una mortal— como una historia para dormir. En aquel entonces, Riordan era profesor de inglés en secundaria y enseñaba mitología griega, justo lo que su hijo pequeño aprendía en la escuela: “A él le gustaba, entonces supe que podía contarle esas historias y él sería receptivo a ellas”, cuenta. Principalmente, porque pensó en lo que a él le hubiese gustado leer o escuchar cuando era niño.

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Ahora hay más opciones, reconoce Riordan. “Puedo encontrar on line programas originarios de España, Sudamérica, Brasil, Italia… Puedo ver obras de todo el mundo, y me encanta eso”, continúa. “Hace 20 años, solo tenías unas pocas cosas que venían de Hollywood. Pero me encantaría que los grandes estudios, los grandes productores de cine y televisión tomaran más en serio otras culturas y otras formas de entretenimiento, porque todavía creo que la visión es muy limitada. Demasiadas veces piensan que, si el personaje, por ejemplo, no es un hombre blanco de Estados Unidos, nadie lo verá. Y creo que eso es absurdo”, señala el escritor.

“¿Por qué no contar otras historias?”, se pregunta Riordan. “Hay tanto por contar. Me gustaría escribir un día sobre la mitología celta”. Durante la pandemia, Riordan cursó una maestría en Irlanda —de donde viene su ascendencia—. “Creo que hay muchas historias increíbles allí. La mitología celta es fascinante, tan diferente e interesante”, confiesa que lo hará cuando tenga tiempo.

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Incluso aunque sus funciones en televisión le hayan quitado tiempo, y en este mundo dominado por pantallas, Riordan sigue fiel a los libros. Tiene claro lo que pueden ofrecer y lo resume de manera sucinta: “Es más íntimo”, y se explica: “Las novelas pueden ser más poderosas que una película o una serie. Cuando lees, haces la mitad del trabajo para crear la historia porque utilizas tu imaginación. El autor ayuda, pero, es una conversación entre lector y escritor”. Él no se rinde en ese campo, y precisamente apunta que le “encanta” que ha observado que a los jóvenes prefieren el papel: “No quieren leer historias en la pantalla. Creo que entienden que pasar páginas y tener algo en las manos es una experiencia diferente a las distracciones de la pantalla”, agrega.

A Riordan le “emociona y llena de alegría” que los jóvenes aún se acerquen a sus libros por primera vez. En especial porque, después de dos décadas, se nota “un sentimiento de desesperanza” en las nuevas generaciones. “Escucho a los jóvenes responder a la pregunta ‘¿Qué quieres ser cuando crezcas?’ con un ‘No importa. No creo que haya empleos para mí”, y prosigue. “Me entristece porque significa que no hemos hecho nuestro trabajo para ayudarles a tener un mundo en el que sientan que pueden labrarse un futuro”, lamenta el escritor. “Parece una búsqueda para ellos. Me pregunto, sin embargo, si pueden imaginar un final feliz para sí mismos… Espero que sí”.

“El mundo puede ser muy aterrador”, señala Riordan, porque, aunque “haya nuevos desafíos, los niños en lo fundamental no cambian”. De ahí que la mitología griega, dice, “resulte fascinante para ellos”. El escritor cree que es porque los héroes son mitad dioses, mitad mortales. “Tienen que pensar en su familia, pero también en sus amigos. Todo está cambiando: sus pensamientos, sus cuerpos y la manera en que se relacionan”. Es por eso, según Riordan, que pueden identificarse con los semidioses que viven entre dos mundos: “Están en algún punto intermedio, y eso es una idea muy poderosa: ¿De dónde vienen mis poderes? ¿Qué puedo ser? ¿Quién soy?”.

Esas son las razones por las que los mitos funcionan: porque hablan de “condiciones humanas básicas”, apunta Riordan. “La búsqueda y el sentido del amor, el debate moral de la venganza y si hay razones apropiadas para ir a la guerra. Son cosas con las que seguimos lidiando”. Sin embargo, él apela a la metáfora, porque “todo resulta menos amenazante si se lee en un mundo de fantasía”. “Si piensas en tus propios problemas, puede ser muy difícil”, dice el autor, “pero si piensas en los problemas que alguien tiene en la ficción, podemos reconocer los propios, estudiarlos y fascinarnos con ellos. Se trata de cómo nos relacionamos con nuestros problemas”, agrega.

Y el autor explica cómo se refugia él: “Quiero aprender todo lo que pueda. Me gusta ser profesor, pero me gusta aún más ser estudiante: lenguas, libros que nunca he tenido la oportunidad de leer, lugares por explorar, historia por aprender”, agrega, “pero no hay suficiente tiempo”. Por eso, si lo tuviera o si el destino le diera la misión de viajar, Rick Riordan “llevaría a su esposa Becky, su compañera de viaje y heroína”. Y como el oráculo solo le permitiría llevar un acompañante más, “envolvería a sus dos hijos con una gabardina para que se hagan pasar por uno”. Si tan solo hubiera “tiempo suficiente para estar vivo”.

 

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